El el podcast titulado «Brooklyn Bridge o la saga familiar que unió a dos ciudades» contamos la historia de la construcción de este puente que supuso el empeño de una familia en completar la empresa, y finalmente como Emily Warren Roebling asumió la dirección para finalizarlo cuando su esposo, Washington Roebling, el ingeniero jefe, quedó incapacitado por caisson disease, enfermedad provocada por la descompresión sufrida al bajar a los cajones de cimentación del puente, Emily asumió la responsabilidad de supervisar su construcción.
A través de una coordinación y comunicación constante con su esposo y los ingenieros en obra, y a pesar de no tener formación formal en ingeniería, aprendió los complejos aspectos técnicos del proyecto.
Su dedicación y conocimiento fueron tan significativos que muchos creían que ella era la verdadera mente detrás del puente, asegurando su finalización en 1883 y dejándonos un legado imborrable en la historia de la ingeniería y de esta ciudad.


