
Todos sabemos que el bagel es todo un clásico de Nueva York y algunos gustamos, de tanto en tanto, darnos el capricho del desayuno que incorpora ese delicioso y particular bollo de pan con otras especialidades locales
Es el caso del clásico Cream cheese and lox.
La primera parte no ofrece lugar a duda: estamos ante un bagel con queso en crema generosamente untado sobre las mitades de nuestro bagel.
En la elección de bagel podemos ser creativos; desde el clásico plain, sin nada, hasta el de semillas de sésamo, everything (multiplies cereales y semillas) o incluso los más atrevidos con el pumpernickel, con su característico tono cobrizo.
Además, entraríamos en el debate de bagel tostado, sí o no. Yo no me decanto por ningún bando, pero generalmente me inclino por tostar mi bagel.
Pero nos falta la estrella de este show, el lox, que es salmón, ahumado o no, preferiblemente de las aguas de Nueva Escocia y marinado en salmuera, que dará el tono marino y salado a nuestro glorioso desayuno.
Estamos claramente ante todo un clásico de los delis y appetizing stores de esta ciudad.
No podemos olvidarnos de complementos que darán todavía más carácter a nuestro cream cheese and lox.
Los más aficionados a completar las recetas, adornarán el bagel con tomate, cebollino (scallion), o alcaparras.
Aquí sin embargo, yo sí que me pronuncio y me quedo con la versión básica de queso y salmón exclusivamente.
Lo que sí me gusta es cuando viene acompañado del tradicional pickle.
Con este desayuno, el día que empieza tiene otro color. Estás listo para comerte a Nueva York.