Gansevoort peninsula, un nuevo parque sobre el Hudson.

La llamada peninsula Gansevoort, una extensión artificial de Manhattan hacia el río Hudson tiene un amplio historial de usos desde su construcción en el siglo XIX.

Pero quizás lo que más ha marcado su existencia ha sido su uso como punto de transferencia y embarque en barcazas de la basura de Nueva York hacia el gran vertedero de Fresh Kills, en Staten Island, una función que se prolongó desde los años 50 hasta 1993.

Nuestro podcast sobre Fresh Kills relata la historia de este nuevo vertedero y su reconversión en la mayor reserva natural de la ciudad de Nueva York.

Fresh Kills. De mayor vertedero del mundo a gran parque de NYC

Tras la demolición en 2015 de las instalaciones del DSNY, y varios años de especulaciones y revisión de proyectos, ha comenzado la construcción de un nuevo parque que se unirá a Little Island dentro del marco del Hudson River Park.

Esta nueva área recreativa se plantea como un nuevo oasis que incorporará zonas deportivas, acceso al río para piragüistas, instalaciones artísticas y zonas de esparcimiento.

Little Island. Un nuevo balcón al gran Hudson

Hace unos años, cuando todavía se trataba de un proyecto incipiente, publicábamos el podcast sobre el Pier 55, un parque puesto en bandeja:

Podcast: Pier 55. Un parque puesto en bandeja

Pasaron los meses, y finalmente, el pasado mes de julio de 2021 se inauguró Little Island, nombre que finalmente adoptaría este nuevo parque sobre las aguas del río Hudson, en el West Side de Manhattan.

Este parque, lejos de seguir el concepto típico de los numerosos parques públicos con que cuenta Nueva York, se plantea como un recorrido para el visitante, que accederá a él a través de una de las dos pasarelas que lo conectan con la orilla del Hudson River Park en el que se encuadra y que le invita a explorar su nueva y artificial -en el sentido de creación por parte del ser humano- topografía que los grandes contenedores de tierra que se erigen anclados sobre el lecho del río, crean con diferentes elevaciones.

En el transcurso de ese recorrido, el visitante puede explorar a modo de bienvenida una explanada donde podrá encontrar música callejera, tomar un refresco o presenciar alguna representación.

En esa línea también, continuando con su periplo, se encontrará con los dos auditorios con que cuenta el parque, uno de los cuales ofreciendo como grandioso telón de fondo el gran río Hudson.

En el transcurrir de los subes y bajas, y cuando la estación del año lo propicie, descubriremos diversas especies vegetales, flores y árboles que ahora se desarrollan en este nuevo paisaje creado suspendido sobre las aguas.

Además, todo esto aderezado por las diversas vistas del entorno que las cotas más elevadas nos proporcionarán. La puesta de sol no decepcionará ni a propios ni a extraños.

En definitiva, un nuevo foco de atracción en la hoja de ruta que Nueva York lleva a cabo a la hora de recuperar y poner en valor sus bordes con las grandes masas de agua que la circundan, tanto el Hudson, el East River (que no es un río) o el propio océano Atlántico.