
Lo que ahora es un bar situado en el nivel de Balcony de Grand Central Terminal, accediendo a él por medio de ascensores dedicados, fue en su día la oficina de uno de los miembros del consejo de administración de la New York Central Railroad, el financiero John W. Campbell.
Tras pasar por múltiples funciones a lo largo de su historia, desde estudio de televisión, hasta calabozo, tras su restauración en 2007, hoy nos ofrece la posibilidad de saborear los más distinguidos cocktails.
